Queridos lectores, si están leyendo este artículo y todavía no conocen Santiago de Compostela, la ciudad de la piedra, la lluvia, la Universidad y la majestuosa Catedral, ya está haciendo las maletas y arrancando su coche para conocerla. Pocas ciudades tienen el encanto de Santiago y eso que, si le preguntan a mi padre, les dirá que como el Santiago de hace décadas, nada. Él estudió allí la carrera de Derecho, en la época de "La casa de Troya" y claro, la ciudad poco se parece a la de entonces. Para mí es una ciudad mágica y me encanta dejarme caer por allí, a ser posible, sin resbalar. (Que el suelo esté húmedo es una constante). Por eso les dejo una de mis direcciones favoritas para tomar algo en la capital gallega: el Café Bar La Flor. Y encima los perretes son bienvenidos siempre que estén cerca de la puerta. Yo no puedo pedir más.
El número 25 de la Rúa das Casas Reais es la dirección.
Buena música y personal amable.
Como mi casa está llena de cachivaches, aquí me siento genial. Horror vacui y guerra al minimalismo.
No sólo de alcohol "bebe" el hombre, soy fan del mosto y no es fácil encontrarlo en todos los sitios. De hecho en algunos no saben ni lo qué es, se lo juro. Algo parecido está pasando con las "mesas camillas".
Seguiremos informando sobre esta apasionante ciudad y no dejen de visitarla. Se enamorarán.
Besos, abrazos y buena nutrición,
Sylvie Tartán.