CAMELIAS ANGELITALES DE SALETA.
Cae la tarde de Enero y surges como una bienaventuranza,
Aparece un rayo que nos sonríe fugaz en el desolado invierno
Mirando al cielo que dibuja lágrimas de felicidad en las plantas,
El Sol y su luz, se pasean entre las proteas y los rododendros,
Luego, nacen tus flores en el árbol y brota del jardín tu sonrisa
Luego, nacen tus flores en el árbol y brota del jardín tu sonrisa
Inundando todo con tu arco iris de color y tu mirar travieso
Asomará entonces de la nada, en mitad de lo gris, tu primavera.
Asomará entonces de la nada, en mitad de lo gris, tu primavera.
Serás con tu vestido, la flor de nuestro invierno, no temes al frío
Duermes en el glacial paisaje de blanco manto, casi desnuda,
Esperando que una mano agite la nieve para despertarte y brotar
Surgiendo como un volcán que creían vencido y apagado,
Amamos tus colores que nos dan calor entre la helada y el cielo
Los ojos de nuestros corazones se llenan de alegría y color
En la casa donde tus flores cierran las ventanas al invierno
Tienes en el alma a un desconocido que sufrió por amor
Atesorando en un jardín umbrío, el testamento de un corazón roto,
Meces entre tus risas y anhelos, la esperanza en otra vida mejor
En el tiempo que Proserpina vive con Plutón, tú CAMELIA, floreces
Incluso más allá de tus flores y tu color, con tus hojas nos ofreces
Siempre única, un elixir que calma el espíritu y alimenta el corazón
“Para mis Angelitas»
ANTONIO MONTENEGRO