AUGURIO DE CAMELIA
Vértices de tiempo indefinido
mantienen en vilo nuestras ansias
de apoderarnos de lo insólito.
Jugamos a ser mentes despiertas,
dueños de inestables confines,
cuando la verdad de nuestra esencia
no es más que el augurio de una camelia,
un aroma mudo de silencio y deudas
que existe al amparo de una imagen
ciertamente pacífica.
Rutas sin emociones ni sentidos veraces
se cruzan ante nuestras miradas agobiadas,
miradas profanadas por necedades y vísceras.
Lo insólito habita en la piel
de un mañana sin pespuntes,
reside en el ajamiento continuo
de una camelia que jamás aceptará
el fallecimiento de lo ordinario.
Alexander Vórtice.
¡Muchas gracias, Alex!
Pazo de La Saleta.
Monumental poema de un no menos monumental poeta. Un abrazo, Sylvia y Alex.
¡Muchas gracias, Kabalcanty! ¡Un abrazo fuerte!