Queridos amigos, hoy tenemos el gran placer de adentrarnos en una de las casas más impresionantes que hay en el Reino de Galicia, el Pazo de Fefiñáns,en Cambados (Pontevedra).
Declarado "Bien de Interés Cultural" como no podía ser menos, se trata de una maravilla arquitectónica cuya construcción se inició en el siglo XVI y que ha llegado hasta nuestros días para deleite de los amantes de tiempos pasados, de la historia y de la cultura.
Los interiores, llenos de piezas espectaculares, no dejan de hablarnos del buen gusto y el refinamiento de los que habitaron (y habitan) estas sólidas paredes de piedra.
Papel pintado del siglo XIX, una exquisitez, cuya conservación supuso un esfuerzo titánico en algún momento de la historia de la familia propietaria.
Exótico y colorido detalle del papel.
Pasando por las diferentes estancias experimentas ese ansiado -en mi caso- viaje en el tiempo, lejos del mundanal ruido y de la barbarie que nos azota cada día en las noticias.
Bellísimas obras de arte y preciosos muebles, curiosidades y anécdotas en cada rincón, la guía les irá contando y enseñando y ustedes solo dedíquense a disfrutar y a soñar.
Enamorada de esta regia camita pero no menos fascinada me quedé con la que viene ahora…
Altar de campaña o altar "portátil" . Para que el viaje no sea una excusa para no rezar y se pueda gozar de la misma devoción que en una iglesia. Toda una excentricidad en estos tiempos en que si crees en Dios ya eres un bicho raro.
El puente, cubierto de liquen y musgo como tiene que ser en nuestra tierra gallega, nos lleva al bosque donde podrán descubrir que el boj tiene un encanto inusitado cuando se deja crecer libre de tijeras podadoras y del arte topiario. ¡Bravo!
Y con la perrita Lantana, me despido ya, no sin antes dejarles el contacto para reservar su visita a tan hermoso lugar en el que, por cierto, se ubican dos importantísimas bodegas, Gil Armada y Palacio de Fefiñanes.
Pazo de Fefiñáns.
Teléfono 660 078 252 y 986 52 48 77
gilarmada@pazodefefinans.com
www.bodegagilarmada.com
Besos, abrazos y belleza que no falte nunca, sobre todo la del corazón.
Sylvie Tartán.